sábado, 15 de julio de 2017

A-4= ¿Un antepasado comùn?



Cuestión 4
¿Proceden todas las formas de vida de un antepasado común?
Darwin pensaba que todos los organismos vivos compartían un antepasado común e imaginaba la historia de la vida en la Tierra como un gran árbol. Otros creyeron más tarde que el tronco de este “árbol de la vida” se formó con la aparición de las primeras células simples. Nuevas especies derivaron de él, dando lugar a ramas (familias de plantas y animales) y ramitas (todas las especies incluidas en las familias actuales). ¿Sucedió así?
¿Qué afirman muchos científicos? Muchos dan a entender que el registro fósil comprueba la teoría del origen común de la vida. Y dado que todos los seres vivientes utilizan un mismo tipo de “lenguaje informático”, o ADN, afirman que toda forma de vida tiene que haber evolucionado de un ancestro común.
¿Qué dice la Biblia? El relato de Génesis dice que las plantas, las criaturas marinas, los animales terrestres y las aves fueron creados “según sus géneros” (Génesis 1:12, 20-25). Esta descripción deja un margen para la variabilidad dentro de un mismo “género”, pero también implica la existencia de barreras infranqueables que separan un género de otro. El relato de la creación nos lleva asimismo a esperar que los nuevos tipos de criaturas aparecieran en el registro fósil de manera súbita y completamente formados.
¿Qué revelan las pruebas? ¿Apoyan las pruebas la descripción bíblica de los hechos, o le dan la razón a Darwin? ¿Qué han demostrado los hallazgos de los pasados ciento cincuenta años?
SE TALA EL ÁRBOL DE DARWIN
En los últimos años, los científicos han logrado comparar el código genético de decenas de organismos unicelulares, así como de plantas y animales. Suponían que tales estudios confirmarían el ramificado “árbol de la vida” propuesto por Darwin, pero este no ha sido el caso.
¿Qué ha sacado a la luz la investigación? El biólogo Malcolm S. Gordon escribió en 1999: “Al parecer, la vida tuvo múltiples orígenes. La base del árbol de la vida universal no consistió en una única raíz”. ¿Hay prueba de que las principales ramas de vida estén vinculadas a un solo tronco, como postuló Darwin? Gordon sigue diciendo: “La versión tradicional de la teoría del ancestro común no parece ser aplicable a los reinos tal y como se reconocen hoy día; probablemente tampoco sea aplicable a muchos, o a ninguno, de los filos, y posiblemente tampoco a muchas de las clases dentro de los filos”.29
Los últimos estudios siguen rebatiendo la teoría darwiniana de un antepasado común. La revista New Scientist publicó en 2009 un artículo según el cual el científico Eric Bapteste dijo: “No tenemos ninguna prueba de que el árbol de la vida sea una realidad”.30 El mismo artículo recoge este comentario del biólogo Michael Rose: “El árbol de la vida está siendo enterrado con discreción, eso lo sabemos todos. Más difícil de aceptar es el hecho de que nuestra visión fundamental de la biología tiene que cambiar por completo”.31
LO QUE DICE EL REGISTRO FÓSIL
Muchas autoridades recurren al registro fósil para defender la idea de que la vida emergió de un antepasado común. Argumentan, por ejemplo, que dicho registro documenta la noción de que los peces se transformaron en anfibios y los reptiles en mamíferos. Pero ¿es eso cierto?
El paleontólogo evolucionista David M. Raup observa: “En lugar de encontrarse con el desarrollo gradual de la vida, lo que realmente encontraron los geólogos contemporáneos de Darwin —y siguen encontrando los geólogos actuales— es un registro bastante irregular: las especies aparecen en la secuencia muy abruptamente, muestran poco o ningún cambio durante su existencia en el registro y de repente desaparecen de él”.32
La verdad es que la inmensa mayoría de los fósiles evidencian estabilidad en los tipos de criaturas a lo largo de extensos períodos de tiempo. No indican que un tipo evolucionó para llegar a ser otro. Los planes corporales distintivos aparecen de súbito, así como las características nuevas. Por ejemplo, el murciélago, con sus sistemas de sonar y ecolocación, surge sin ningún nexo obvio con un antepasado más primitivo.
De hecho, más de la mitad de las principales divisiones de la vida animal surgieron en un período de tiempo relativamente corto. La manera abrupta como numerosas formas de vida nuevas y distintas aparecen en el registro fósil ha llevado a los paleontólogos a referirse a este período como “la explosión cámbrica”. ¿Cuándo tuvo lugar el período cámbrico?
Suponiendo que los cálculos sean correctos, podemos representar la historia de la Tierra con una línea de tiempo que tenga la longitud de un campo de fútbol (1). A esta escala, es preciso recorrer siete octavos del trayecto antes de llegar a lo que los paleontólogos denominan el período cámbrico (2). Durante un pequeño segmento de este período aparecen en el registro fósil las principales divisiones de la vida animal. ¿Con cuánta rapidez? Si seguimos caminando, todas estas diferentes criaturas surgen en el trecho de menos de un paso.
La aparición relativamente súbita de estas diversas formas de vida ha inducido a algunos investigadores a replantearse la versión tradicional de la teoría darwiniana. Por ejemplo, el biólogo Stuart Newman expuso en una entrevista en 2008 la necesidad de una nueva teoría evolutiva que explique la repentina aparición de nuevas formas de vida. Dijo: “El mecanismo darwiniano utilizado para explicar todo cambio evolutivo quedará relegado, creo yo, y pasará a ser uno más entre muchos, quizás ni siquiera el más importante para comprender la macroevolución, la evolución de las principales transiciones en los tipos corporales”.33
DIFICULTADES CON LA “PRUEBA”
¿Qué hay de los fósiles utilizados para ilustrar la transformación de peces en anfibios y de reptiles en mamíferos? ¿Constituyen una prueba sólida de la evolución en acción? Una mirada más atenta pone al descubierto varias dificultades.
Para empezar, en los libros de texto, el tamaño comparativo de las criaturas colocadas en la secuencia de reptiles a mamíferos es a veces engañoso. En vez de ser de un tamaño similar, como se representan, la realidad es que unas son enormes y otras son pequeñas.
Otro escollo, mucho más serio, es la falta de pruebas de que dichas criaturas están de algún modo emparentadas. Los especímenes de la serie suelen estar separados por espacios que se estiman en millones de años. El zoólogo Henry Gee dice sobre el particular: “Los intervalos de tiempo que hay entre los fósiles son tan enormes que no podemos decir nada definitivo sobre su posible conexión por ascendencia o descendencia”.34
Aludiendo a los fósiles de peces y anfibios, el biólogo Malcolm S. Gordon señala que constituyen solo una pequeña “muestra, posiblemente muy poco representativa, de la biodiversidad que existía en esos grupos en épocas pasadas”. Y añade: “No tenemos forma de saber hasta qué punto aquellos organismos específicos tuvieron relevancia en sucesos posteriores o qué relación de parentesco les unía”.35
¿QUÉ MUESTRA LA “PELÍCULA”?
Un artículo de National Geographic publicado en 2004 asemejó el registro fósil a “una película sobre la evolución de la cual se han perdido 999 de cada mil cuadros en el cuarto de edición”.36 Analicemos las implicaciones de este símil.
Imaginemos que encontramos 100 fotogramas de un largometraje compuesto originalmente de 100.000. ¿Cómo determinaríamos la trama de la película? Quizás tengamos una idea preconcebida, pero ¿y si solo hubiera 5 fotogramas que se pudieran acomodar de tal modo que apoyaran nuestra trama, mientras que los otros 95 contaran una historia totalmente diferente? ¿Sería lógico insistir en que nuestra idea preconcebida es la correcta basándonos únicamente en estos 5 cuadros? ¿Pudiera ser que el orden en que los hemos puesto es el que se adapta a nuestra teoría? ¿No sería mejor dejar que las otras 95 imágenes pesaran en nuestra opinión?
¿Qué tiene que ver este ejemplo con la manera como los evolucionistas ven el registro fósil? Durante años, los investigadores no admitieron que la inmensa mayoría de los fósiles (los 95 fotogramas de la película) mostraban que las especies permanecen casi invariables a lo largo del tiempo. ¿Por qué ese silencio sobre algo tan importante? El escritor Richard Morris dice: “Por lo visto, los paleontólogos habían adoptado la idea ortodoxa del cambio evolutivo gradual y se habían aferrado a ella, a pesar de hallar pruebas que demostraban lo contrario. Llevaban tiempo tratando de interpretar la evidencia fósil en términos de las nociones aceptadas de la evolución”.37
¿Y hoy día? ¿Será acaso que los evolucionistas siguen acomodando los fósiles en cierto orden, no porque esté respaldado por la mayoría de las pruebas fósiles y genéticas, sino porque cuadra con las nociones actuales de la evolución?
¿Qué opina? ¿Cuál conclusión se apega mejor a las pruebas? Repasemos los hechos expuestos hasta ahora.
La primera forma de vida en la Tierra no tenía nada de “simple”.
Las probabilidades en contra de que los componentes de la célula aparecieran por azar son astronómicas.
El ADN, el “programa informático” que gobierna la célula, es increíblemente complejo y demuestra una genialidad que supera con mucho cualquier programa o sistema de almacenamiento de datos inventado por el hombre.
La investigación genética indica que la vida no se originó de un antepasado común. Además, los principales grupos de animales aparecen de súbito en el registro fósil.
A la luz de estos hechos, ¿no es razonable concluir que las pruebas armonizan con la explicación bíblica sobre el origen de la vida? Hay quienes alegan, sin embargo, que la ciencia contradice gran parte de lo que la Biblia enseña sobre la creación. ¿Es eso cierto? ¿Qué dice exactamente la Biblia?
[Notas]
El término filo, utilizado en biología, se refiere a un gran grupo de animales que comparten el mismo plan corporal distintivo. Un sistema de clasificación de los seres vivos empleado en las ciencias consta de siete categorías, en la que cada una es más específica que la anterior. La primera y más general es el reino, seguida del filo, la clase, el orden, la familia, el género y la especie. Así, el caballo pertenece al reino animal, filo cordados, clase mamíferos, orden perisodáctilos, familia équidos, género Equus, especie caballus.
Cabe aclarar que el artículo de New Scientist y las declaraciones de Bapteste y Rose no tenían la intención de sugerir que la teoría de la evolución está equivocada, sino de señalar que el árbol de la vida propuesto por Darwin, un pilar de su teoría, no cuenta con el respaldo de las pruebas. Dichos científicos siguen buscando una explicación en el marco evolucionista.
Gee no cuestiona la teoría de la evolución; simplemente comenta las limitaciones del conocimiento que proporciona el registro fósil.
Gordon es partidario de la evolución.
Véase el recuadro “¿Está comprobada la evolución humana?”.
[Comentario de la página 25]
Tomar una serie de fósiles y afirmar que representan un linaje no es una hipótesis científica que se pueda confirmar, sino una aseveración que conlleva la misma validez de un cuento: es entretenido, quizás instructivo, pero no científico.” (In Search of Deep Time—Beyond the Fossil Record to a New History of Life, por Henry Gee, páginas 116 y 117)
[Recuadro de la página 26]
HECHOS Y PREGUNTAS
Hecho. Investigadores que no apoyan el relato bíblico de la creación han puesto en tela de juicio dos de los pilares de la evolución: que la vida tiene un origen común y que la lenta acumulación de pequeños cambios produce nuevos tipos corporales.
Pregunta. En vista de la controversia generada en torno a estos pilares de la teoría de Darwin, ¿puede afirmarse con honestidad que su versión de la evolución es un hecho científico?
Hecho. Todos los organismos vivos comparten un ADN, o “lenguaje informático”, muy semejante, que determina en gran parte la forma y las funciones de sus células.
Pregunta. ¿Podría ser que la similitud obedece, no a que provinieran del mismo antepasado, sino a que tuvieran el mismo Diseñador?
[Ilustraciones y recuadro de las páginas 27 a 29]
¿Está comprobada la evolución humana?
Si buscamos bajo el tema de la evolución humana en muchos libros de texto y enciclopedias, veremos una serie de dibujos que muestran una criatura simiesca encorvada seguida por otras de postura más erecta y cabeza más desarrollada hasta llegar al hombre moderno. Tales imágenes, junto con los informes sensacionalistas sobre descubrimientos de los llamados eslabones perdidos, dan la impresión de que la evolución del hombre a partir de los simios está totalmente verificada. ¿Se apoyan estas afirmaciones en pruebas sólidas? Veamos lo que dicen los investigadores evolucionistas sobre los siguientes aspectos.
QUÉ MUESTRA LA PRUEBA FÓSIL
Hecho. A comienzos del siglo XX, los restos fósiles utilizados para apoyar la teoría de que el hombre y los simios evolucionaron de un antecesor común cabían en una mesa de billar. Desde entonces, el número ha aumentado. Ahora se dice que llenarían un vagón de ferrocarril.38 No obstante, la inmensa mayoría consiste únicamente en huesos y dientes sueltos. Es raro ver cráneos enteros y, más aún, esqueletos completos.39
Pregunta. ¿Ha logrado el creciente número de fósiles atribuidos al “árbol familiar” del hombre resolver el debate entre los expertos sobre cuándo y cómo evolucionaron los humanos a partir de criaturas simiescas?
Respuesta. No, todo lo contrario. Robin Derricourt, de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), escribió en 2009 con respecto a la clasificación de estos fósiles: “Quizás sobre lo único que hay consenso ahora es que no hay consenso”.40 En 2007, la revista de divulgación científica Nature publicó un artículo por los descubridores de otro supuesto eslabón del árbol evolutivo y dijo que no se sabe nada sobre cuándo o cómo la línea humana se separó realmente de la de los simios.41 Gyula Gyenis, investigador del Departamento de Antropología Biológica de la Universidad Eötvös Loránd (Hungría), escribió en 2002: “La clasificación de los fósiles homínidos y su lugar en el curso de la evolución ha sido tema de debate constante”. También dijo que la prueba fósil reunida hasta ahora no nos acerca al conocimiento exacto de cuándo, dónde y cómo evolucionaron los humanos a partir de criaturas simiescas.42
NOTICIAS DE “ESLABONES PERDIDOS”
Hecho. Cada vez que se descubre un nuevo “eslabón perdido”, los medios de comunicación lo pregonan a los cuatro vientos. En 2009, por ejemplo, un fósil apodado Ida fue presentado en sociedad “a bombo y platillo, como si de una estrella de rock se tratara”.43 La publicidad incluyó el siguiente titular en el periódico inglés The Guardian: “Fósil Ida: extraordinario hallazgo del ‘eslabón perdido’ en la evolución humana”.44 A los pocos días, la revista New Scientist, también del Reino Unido, anunció: “Ida no es un ‘eslabón perdido’ en la evolución humana”.45
Pregunta. ¿Por qué se da tanta publicidad a cada nuevo “eslabón perdido” que se exhibe, pero casi nunca se menciona cuando es excluido del “árbol familiar”?
Respuesta. Robin Derricourt, citado antes, dice con respecto a los descubridores de tales hallazgos: “El director de un equipo de investigación quizás tenga que exagerar la singularidad y el dramatismo de un ‘descubrimiento’ a fin de captar fondos de patrocinadores distintos a las fuentes académicas convencionales, una práctica incentivada por la prensa y los medios electrónicos, que andan a la caza de historias espectaculares”.46
DIBUJOS Y MODELOS DE HOMBRES-MONO EN LIBROS DE TEXTO
Hecho. A los presuntos antepasados del hombre se los representa en los libros de texto y en los museos con rasgos definidos. Cuanto más antiguo es el ejemplar, más parecido a un mono lo hacen; y cuanto más cercano se supone que está del hombre, más humanos son sus facciones, su tono de piel y su pelo.
Pregunta. ¿Pueden los científicos reconstruir con exactitud tales rasgos basándose en los restos fosilizados que encuentran?
Respuesta. No. En 2003, el antropólogo forense Carl N. Stephan, quien trabaja para el Departamento de Ciencias Anatómicas de la Universidad de Adelaida (Australia), escribió: “No se pueden construir ni comprobar objetivamente los rostros de los primeros antepasados humanos”. Y añadió que los intentos de hacerlo basándose en los simios modernos “son con toda probabilidad marcadamente sesgados, inexactos por demás y carentes de validez”. ¿Cuál fue su conclusión? “Es muy probable que toda ‘reconstrucción’ facial de los primeros homínidos esté equivocada.”47
LA INTELIGENCIA Y EL TAMAÑO DEL CEREBRO
Hecho. Una manera como los evolucionistas determinan si un hipotético antepasado del hombre corresponde a un pariente próximo o lejano es midiendo el tamaño del cerebro.
Pregunta. ¿Es el tamaño del cerebro un indicador fiable de la inteligencia?
Respuesta. No. Un equipo de investigación que recurrió a la talla del cerebro para especular sobre qué criaturas extintas eran los parientes más próximos del hombre admitió que “muchas veces se sintieron pisando terreno movedizo”.48 ¿Por qué razón? La revista Mente y Cerebro explicó en 2009 que el peso cerebral absoluto o relativo no es el mejor correlato de la inteligencia. Y añadió: “Los investigadores no han logrado establecer alguna peculiaridad anatómica o fisiológica en el cerebro humano que no se halle presente también en los animales. Sólo hay una excepción a esta regla: el área del lenguaje de Broca”.49
¿Qué opina? ¿Por qué razón colocan los científicos los fósiles en la cadena “simio-hombre” según el tamaño del cerebro, sabiendo que este no es un indicador fiable de la inteligencia? ¿Estarán forzando las pruebas para que encajen en su teoría? ¿Y por qué debaten constantemente sobre qué fósiles deben incluirse en el “árbol familiar” del hombre? ¿Será que los fósiles que estudian son justo lo que parecen ser: formas extintas de simios?
¿Y qué decir de los fósiles semejantes a humanos llamados neandertales, que se presentan a menudo como prueba de que existió un tipo de hombre-mono? Los investigadores han comenzado a modificar su postura. En 2009, Milford H. Wolpoff escribió en la revista American Journal of Physical Anthropology que los “neandertales quizás hayan sido una verdadera raza humana”.50
Los observadores honrados no tienen reparos en reconocer que el ego, el dinero y la necesidad de atención mediática influyen en la manera como se presentan las “pruebas” de la evolución humana. ¿Cifrará usted su confianza en este tipo de pruebas?
¿CUÁL ES EL DEFECTO DE ESTA IMAGEN?
Imágenes como esta se fundan en la interpretación sesgada y las suposiciones de investigadores y artistas, no en los hechos.51
La mayoría de estos dibujos se basan en fragmentos de cráneos y dientes sueltos. Los cráneos completos son raros, y más raros aún los esqueletos enteros.
No existe acuerdo entre los especialistas respecto a la clasificación de los fósiles de las diversas criaturas.
Los artistas no pueden reconstruir de manera fidedigna la fisonomía, el tono de piel y el pelo de las criaturas extintas.
A las criaturas se las sitúa en la ruta evolutiva hasta el hombre moderno tomando como base el tamaño de la cavidad craneal, y esto a pesar de que las pruebas demuestran que el tamaño del cerebro no es un indicador fiable de la inteligencia.
[Notas]
Nota: Ninguno de los investigadores aquí citados cree en la doctrina bíblica de la creación; todos se adhieren a la doctrina de la evolución.
El término homínido es empleado por los evolucionistas para designar a la familia humana y a las especies prehistóricas de apariencia humana.
[Ilustración de las páginas 22 y 23]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
COMIENZO DE LA HISTORIA TIEMPO →→→→ “EXPLOSIÓN HOY
DE LA TIERRA CÁMBRICA”
1 2
[Ilustración de la página 24]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
¿Por qué alteran algunos libros de texto la escala de los fósiles de una secuencia propuesta?
SEGÚN LOS LIBROS DE TEXTO
TAMAÑO RELATIVO REAL
[Ilustración de la página 25]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Las líneas punteadas indican los supuestos parentescos
Pez sin mandíbulas
Pez con mandíbulas y coraza (extinto)
Pez cartilaginoso
Pez óseo
Anfibios
Reptiles
Aves
Mamíferos
PERÍODOS GEOLÓGICOS →→→→
Las pruebas fósiles reales no muestran ningún parentesco
Pez sin mandíbulas
Pez con mandíbulas y coraza (extinto)
Pez cartilaginoso
Pez óseo
Anfibios
Reptiles
Aves
Mamíferos
[Ilustración de la página 26]

Si “95 fotogramas” del registro fósil muestran que los tipos de animales no evolucionan hasta convertirse en otros, ¿por qué acomodan los paleontólogos los restantes “5 fotogramas” para dar a entender lo contrario?

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