Evoluciòn

No hace mucho, hablándo con un estudioso de la vida, este me decía acerca de la evolución que esta era un hecho, que la ley de la selección natural proveía a la tierra de lo mejor, en que los argumentos eran irrebatibles, incontestables, (claro, si a mi no me dejaba hablar).

Me hablaba de un tal Carlos Darwin, de la ley del mas apto etc. etc.. 
Mientras el me "bombardeaba" con sus argumentos, 
yo lo miraba y pensaba para mis adentros. --
"Si este individuo por lo que dice, forma parte de la capacidad del mas apto en lo que concierne a la evolución, entonces lo tengo claro. 

Yo no soy lo que se dice una lumbrera en lo que concierne a muchas cosas, pero mientras lo escuchaba me entraba una duda e imaginaba una estepa helada, en la que había un bosque, en su orilla, pastaba un ciervo, dentro de ese bosque moraban cinco lobos, uno de ellos era el que tenía mejor olfato, 
otro, tenía mejor oído, aún otro, era quién tenía mejor vista, el cuarto lobo era el mas rápido, 
y el quinto, como debe ser , el mas fuerte.

Mi pregunta era, (nunca se lo pregunté). 
Según la selección natural de la que habla la evolución. 
¿Cuál de los lobos tendría cena ese día?.

Nunca le hice la pregunta porque no me gusta quedar de ignorante, ya que seguramente este estudioso se habría reído en mi cara por tamaña ignorancia, 
ya que está muy claro quién habría sido el sobreviviente. Usted también lo adivinó ¿no es cierto?

Si, es cierto, el que habría comido ese día era el señor ciervo, mientras los lobos se devoraban entre ellos para dilucidar quién era el que iría a cazar al ciervo.

En todo caso, recuerdo que en mi juventud, leí un libro que se titulaba "El origen de las especies". Toda la generación estaba embebida (y lo sigue estando) con la famosa selección natural. 
Creo que el autor de ese libro también publicó: 
"El origen del hombre" y "La descendencia humana y la selección sexual". 
Recuerdo que ya en ese entonces yo me preguntaba las razones del porqué la gente creía cosas sin haberlas cotejado, o mejor, sin siquiera haber leído el libro.

Es como cuando la gente habla de la Biblia, y dice: "La Biblia dice que esto, o esto otro", 
y seguro que jamás han leído ni siquiera un versículo de ella, en todo caso creo que me ha dado apetito, así que voy a decirle al amigo ciervo que me invite a comer.